Los usuarios que están continuamente transmitiendo por streaming no tienen por qué verse expuestos a retardos ni a frecuencias de fotogramas bajas, pero estos fallos podrían producirse. Afortunadamente, hay algunas precauciones que se pueden tomar y cambios que pueden aplicarse para que el streaming en directo se reproduzca de forma impecable. Tanto si usas Twitch*, Mixer* o YouTube*, hay varias maneras de diagnosticar por qué tienes tanto retardo y averiguar cómo detener el almacenamiento en búfer cuando haces streaming.
Estos consejos te ayudarán a reducir el lag y arreglar problemas que surjan a raíz de quejas de otros espectadores sobre tu transmisión o de fotogramas caídos en un paquete de retransmisión como Open Broadcast Studio* (OBS).
Identifica el problema
Comprueba el servidor
Los problemas de búfer a menudo se deben a algo tan obvio como conectarse al servidor de introducción equivocado, que es el servidor al que te conectas para el streaming. Antes de conectarte a Twitch*, YouTube* o Mixer*, haz una prueba de ping para confirmar que te hayas conectado a un servidor cercano. Si te conectas a un servidor de Australia y estás en Madrid, no tendrás los mejores tiempos de ping.
Comprueba que no haya nada ejecutándose en segundo plano
Si eres tan responsable como para hacer copias de seguridad de los archivos de tu ordenador, o si tienes activos varios servicios de sincronización en la nube, prueba a finalizar estos procesos antes de empezar con el streaming para liberar ancho de banda. Para el streaming se necesita cierto margen de subida de datos, que suele estar limitado en las conexiones de banda ancha, sobre todo comparado con las velocidades de bajada. Detener estos procesos en segundo plano liberará capacidad disponible para cuando empieces con la transmisión en directo. También merece la pena comprobar si hay alguien más que esté conectado a tu red y esté realizando alguna actividad que consuma mucho ancho de banda.
Comprueba tu velocidad de Internet
Transmitir un videojuego normalmente requiere subir tanto el vídeo como el audio en tiempo real. En ocasiones, también se transmite el vídeo de una cámara web que te enfoca directamente, además de cualquier otro widget que tengas en tu aplicación de streaming. Necesitarás bastante ancho de banda para transmitir todo este contenido con buena calidad y sin ninguna interrupción. A veces, para disponer de esta capacidad basta con desactivar cualquier software que esté en segundo plano y que use Internet de forma activa. Pero si esto no funciona, el problema podría ser tu velocidad de conexión.
Comprueba cómo va tu conexión a Internet usando un servicio web como Speedtest.net* para analizar las velocidades de carga y descarga actuales. En concreto, la velocidad de carga puede orientarte sobre cómo configurar tu streaming respecto a la capacidad con la que cuentas. Por ejemplo, si tus velocidades de carga rondan los 5 Mbps, esta cifra te indica cuántos datos puedes enviar en un momento dado. A partir de ahí, prueba primero a realizar el streaming con una resolución de 1080p a 30 fotogramas por segundo. Si sigues teniendo problemas de búfer, intenta bajar a una resolución de 720p con la misma velocidad de fotogramas. Cargar con resoluciones y velocidades de fotogramas menores consume menos ancho de banda.
Aunque no hay una fórmula universal que te diga lo rápida que debe ser tu conexión a Internet durante el streaming, puedes jugar con estos ajustes hasta que des con las velocidades adecuadas para tu configuración. En la mayoría de los casos, la resolución mínima a la que puedes hacer el streaming en HD es de 854 x 480, por lo que tienes margen con un ancho de banda limitado.
Ten en cuenta que una prueba de velocidad sin más quizá no sea la forma más indicada para analizar la velocidad de subida de tu sistema. Estas pruebas son herramientas generales que se usan para analizar el estado general de tu conexión, a diferencia de cómo interaccionas con Twitch*, Mixer* o YouTube*. Sin embargo, si tu velocidad de subida se queda corta, es señal de que tienes que consultar a tu proveedor de servicios de Internet (ISP) para aumentar tu ancho de banda de subida o buscar juntos una solución al problema.
Cómo ejecutar una prueba de streaming
Si sigues teniendo problemas de búfer y velocidades de fotogramas lentas en tu streaming incluso después de comprobar la conexión a Internet y ajustar la velocidad de bits, prueba a ejecutar lo que algunos servicios de streaming llaman una "prueba de streaming" para realizar un diagnóstico más exhaustivo. Se trata básicamente de una transmisión en blanco, que te permite probar la conexión a Internet mientras te conectas a servidores activos. Una de las ventajas de realizar una prueba de streaming es que puede servirte para averiguar si tus problemas tienen que ver con el ancho de banda o la velocidad de bits, por lo que el diagnóstico será más acertado.
Este tipo de prueba es diferente en cada servicio de streaming, pero en la mayoría de los casos necesitas tiempo para realizar el diagnóstico. Twitch* y Mixer* ofrecen herramientas específicas para detectar el problema, mientras que la metodología de la prueba de streaming de YouTube* está más orientada a los usuarios generales. También puedes ejecutar una prueba de streaming para comprobar el estado de los periféricos conectados y asegurarte de que el resto de la comunidad te pueda ver u oír cuando entres en directo.
Twitch*.
Los usuarios de Twitch* disponen de Twitch Inspector*, que registra el estado de tus últimos streamings. Si hace tiempo que no haces ningún streaming hace un tiempo y no hay datos que analizar, puedes realizar una prueba introduciendo un indicador de ancho de banda después de la clave de streaming en un codificador como OBS. Este indicador evitará que el streaming informe a tus seguidores de que estás transmitiendo. Ejecuta la prueba durante 5-10 minutos3, o más tiempo para obtener más datos. Las conexiones a Internet pueden fluctuar, y podrías tardar en advertir alguna inestabilidad. También tienes la opción de ejecutar Twitch Inspector mientras realizas la prueba para ver la medición de velocidad de bits en tiempo real. Presta especial atención a caídas en la gráfica, ya que pueden indicar el estado de tu streaming. Lo interesante es que la gráfica sea lo más estable posible. Twitch Inspector también indicará la cifra de la velocidad media de bits del streaming en la esquina inferior derecha. Si necesitas más ayuda, el menú desplegable "Select an Issue" (seleccionar un problema), situado en la parte superior de la pantalla, te guiará por muchas de las útiles páginas de soporte de Twitch.
Al realizar una prueba con Twitch* Inspector, recuerda que no se registran errores de la velocidad de fotogramas, porque el streaming está en blanco. Twitch Analyzer* te puede servir para esto, aunque tu transmisión deberá ser pública para que pueda recopilar esos datos en particular.
Mixer*.
Los usuarios de Mixer* tienen una herramienta similar para ejecutar una prueba de streaming. Sin embargo, solo está disponible para los canales de desarrolladores o socios. Esta herramienta ni siquiera aparecerá en pantalla a menos que seas un usuario de esta categoría.
Si eres un socio, puedes acceder a través de Broadcast Dashboard (panel de control de transmisión) del panel de configuración general, en Test Streams (probar streams). Si bien, esta herramienta tiene un uso limitado de cinco horas de prueba de streaming al mes. Verás una barra emergente con un enlace al streaming cuando actives la opción Test Mode (modo de prueba), pero no se transmitirá a tus seguidores. Si no eres socio, puedes acceder a algunas funciones de análisis de otros streamings anteriores para ver desgloses de datos demográficos y de otra naturaleza.
YouTube*
Las instrucciones de YouTube para probar un streaming son algo más generales. YouTube sugiere ejecutar una prueba de velocidad por separado como la mencionada anteriormente para cuantificar las velocidades de carga y descarga. Si la prueba no se realiza con éxito, ejecutar una prueba de un streaming en directo no publicado es otra forma de ver cómo se ve el streaming cuando estás conectado, para después leer los resultados de los informes de análisis.
Cuándo empezar a comprobar tu hardware
Si has agotado todas estas opciones para resolver el ralentizamiento, incluso haciendo un streaming con los ajustes mínimos, y aún sigues con problemas de búfer de vídeo y pérdida de fotogramas, lo mejor es que compruebes tu hardware.
Así también podrás confirmar que tu procesador está bien refrigerado con un ventilador potente o un sistema de refrigeración líquida, y que la pasta térmica se ha aplicado recientemente y de forma correcta.
Una forma muy eficaz de comprobar los componentes internos del ordenador es ejecutar una prueba de streaming a la vez que se ejecuta una aplicación de diagnóstico, como HWInfo*. Una aplicación como esta te presentará mediciones concretas de los aspectos importantes que hay que supervisar, como la temperatura y el uso de la CPU. Consulta en la documentación de la CPU si la temperatura se ajusta al intervalo de funcionamiento normal. Si no es así, asegúrate de que se refrigera con un disipador de CPU por aire lo bastante potente, y que la pasta térmica se ha aplicado de forma correcta no hace mucho. Si adviertes un nivel de uso alto de la CPU, prueba a reducir los preajustes de codificación o considera actualizar tu procesador. Recomendamos la generación actual de procesadores Intel® Core™ i7 o superiores como sistema básico para experiencias de juegos y streaming simultáneas.
Siempre que necesites un recordatorio de cómo detener el almacenamiento en búfer al hacer streaming, vuelve aquí para refrescar la memoria.