Cómo hacer overclocking a tu CPU desde la BIOS

Aspectos destacados:

  • Referencia

  • Modificación de ajustes

  • Protecciones

  • Garantía de estabilidad

  • Supervisión del sistema

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La BIOS (sistema de entrada y salida básica) es el software instalado en tu placa base que se carga antes que tu sistema operativo. Ofrece una interfaz que te permite configurar el hardware instalado en tu placa base. Como puedes cambiar ajustes tales como el voltaje y la frecuencia desde la BIOS, es posible usarla para hacerle overclocking de forma manual a tu CPU para lograr una frecuencia de reloj más alta y potencialmente más rendimiento.

Este artículo supone que posees una comprensión básica de lo que es el overclocking y de cómo funciona. Si eres nuevo a la hora de hacer overclocking y quieres saber más sobre las bases, revisa este resumen de lo que es el overclocking para ponerte al día.

También querrás comprobar si tienes el hardware adecuado.

Antes de intentar hacer overclocking desde la BIOS vale la pena tener en cuenta opciones de software que simplifican el proceso. Por ejemplo, la utilidad Intel® Extreme Tuning Utility (Intel® XTU) es una opción fácil de usar para personas que se inician en el overclocking. Una opción automatizada aún más simple que funcionará con los últimos procesadores Intel® Core™ es Intel® Performance Maximizer (Intel® PM), sobre el cual encontrarás información detallada aquí.

Hacer overclocking desde la BIOS, por otra parte, ofrece el acceso más completo a todos los ajustes de rendimiento del sistema disponibles. Si estás interesado en ajustar manualmente la configuración de tu sistema y gestionar todos los aspectos del overclock, tienes que hacerlo a través de la BIOS.

Antes de comenzar el proceso, comprueba que tu BIOS está actualizada a la última versión disponible. Esto te permitirá aprovechar cualquier función o parche nuevo que haya lanzado el fabricante de la placa base. Haz una búsqueda en Intenet o consulta la documentación adecuada para determinar cómo se actualiza correctamente tu BIOS.

La apariencia y el diseño de cada BIOS depende del fabricante de la placa base. Para acceder a la BIOS tendrás que pulsar una tecla concreta, por ejemplo, F2 o Del, justo después de encender tu ordenador y antes de que aparezca la pantalla de carga de Windows. Consulta la documentación de tu placa base para ver instrucciones concretas.

La alteración de la frecuencia o del voltaje de reloj puede anular cualquier garantía de producto y reducir la estabilidad,el rendimiento y la vida del procesador y de otros componentes.

Configuraciones que hay que conocer para hacer overclocking

La BIOS ofrece acceso al hardware de todo el sistema, por eso tiene amplios menús por los que navegar. El diseño de la BIOS también puede variar dependiendo del fabricante de la placa base, de modo que los nombres o los diseños concretos de los menús también pueden variar. Consulta los recursos en línea para buscar la ubicación de la característica que quieres ajustar, o explora las opciones de tu BIOS hasta encontrar lo que buscas.

He aquí una lista de algunos de los ajustes más útiles para hacer overclocking:

  • Relación de núcleo de la CPU, o multiplicador, determina la velocidad de tu CPU. La velocidad general de tu procesador se calcula multiplicando la velocidad del reloj base (BCLK) por esta relación. Por ejemplo, una BCLK de 100 MHz multiplicada por una relación de núcleo de la CPU de 45 arrojará una velocidad de CPU de 4500 MHz, o 4,5 GHz. Este ajuste suele poderse cambiar para un núcleo o para todos los núcleos.
  • Voltaje de núcleo de la CPU es la cantidad de potencia que se suministra a la CPU. Al aumentar el voltaje de núcleo de la CPU aumenta el voltaje de entrada de tu CPU, proporcionándole a esta el espacio que necesita para funcionar a mayores velocidades.
  • Relación de anillo/caché de CPU ajusta la frecuencia de determinadas partes de la CPU, como la caché y el controlador de memoria.
  • Voltaje de anillo/caché de CPU, diseñado para aumentar el voltaje de entrada de la caché de la CPU. Esto ayuda a estabilizar el overclock de tu procesador. En algunas plataformas, este voltaje está ligado al voltaje del núcleo de la CPU y no se puede modificar por separado.

Vigilancia de los signos vitales del sistema

Al hacer overclocking a tu sistema querrás vigilarlo cuidadosamente, ya que los cambios en la potencia suministrada a tu hardware pueden influir en la temperatura de funcionamiento.

La BIOS ofrece opciones limitadas de vigilancia del sistema, de modo que será mejor usar software que se ejecute en Windows. Intel® XTU ofrece un completo conjunto de herramientas de monitorización del sistema, aunque también hay otras opciones disponibles, como CPU-Z, CoreTemp, HWiNFO32 y más.

Ahora que ya entiendes las configuraciones que vas a ajustar, comencemos haciendo un análisis de referencia de tu sistema.

Paso uno: determinar el rendimiento de referencia

El primer paso en el proceso de hacer overclocking es medir el rendimiento de referencia de tu sistema con una utilidad de análisis de referencia. Esto permitirá compararlo fácilmente con las étricas de rendimiento después del overclock, mostrando claramente cualquier mejora. Como no se puede ejecutar una utilidad de análisis de rendimiento desde la BIOS, querrás usar una utilidad de análisis de rendimiento que se abra en Windows.

Hay muchos métodos para analizar el rendimiento de tu hardware, incluyendo la utilidad Intel® Extreme Tuning Utility. Hemos enumerado algunos más en nuestra guía más amplia sobre cómo hacer overclocking, aquí.

Cuando hayas obtenido tu puntuación de rendimiento, asegúrate de no perderla para poder compararla con puntuaciones posteriores y ver los resultados de tu trabajo.

Paso dos: ajustar la configuración de rendimiento

Ejemplo de todos los núcleos de la CPU configurados con un multiplicador de 50x.

Como ya mencionamos, cada BIOS y cada configuración de hardware es diferente, y la ubicación de las configuraciones puede variar. No obstante, los principios básicos de hacer overclocking son los mismos en todos los sistemas.

La primera configuración que hay que modificar es la relación de núcleo de la CPU, que es uno de los valores que determina la velocidad final de la CPU. Encuentra la sección de tu BIOS que te permite ajustar esta configuración.

Precaución: Cuando se cambia una configuración operativa de la CPU lo mejor es cambiar un ajuste cada vez, y luego comprobar que ha tenido éxito antes de cambiar otro. De este modo, si hay problemas, será fácil identificar el ajuste que los causó y volver a los últimos ajustes funcionales conocidos.

Cuando lo encuentres, comienza elevando el valor de la relación de núcleo de la CPU (por ejemplo, de 42 a 43). Luego aplica los cambios, guarda y sal de la BIOS y reinicia tu sistema.

Siempre que ajustes cualquier configuración en la BIOS, hazlo con el menor incremento posible. Luego, aplica los cambios, reinicia tu sistema y ejecuta el análisis de referencia. Esto no solo te dirá si realizas ajustes que benefician a tu overclocking, sino que también te permitirá corregir cualquier configuración que dé lugar a un sistema inestable. Muchas BIOS te permiten guardar tus ajustes como perfiles. Cada vez que encuentres una combinación de ajustes exitosa que produzca un overclocking estable, guárdala como un perfil para poder replicarla con facilidad.

Si el arranque tiene éxito, ejecuta el mismo análisis de rendimiento que al principio para ver si la puntuación ha mejorado desde la puntuación inicial. Si el ordenador no consigue reiniciarse, o se bloquea después de aplicar los nuevos ajustes de relación de núcleo de la CPU, vuelve a entrar en la BIOS y regresa a la última configuración conocida viable.

Además de elevar la relación de núcleo, también puede que tengas que modificar el voltaje que se suministra a la CPU si ves que el sistema no es estable después de reiniciarse. En la BIOS este ajuste debe quedar cerca de la configuración de la relación de núcleo de la CPU, y suele llamarse algo parecido a voltaje de la CPU o Vcore de CPU. Modificar el voltaje puede ayudar a garantizar que la CPU tiene la potencia que necesita para funcionar a velocidades de relación de núcleo más altas. Las frecuencias más altas requieren más potencia, lo que significa que se precisan voltajes más altos.

Al elevar el voltaje del núcleo de la CPU ten en cuenta que cualquier potencia adicional que se suministre a la CPU influirá en su salida de temperatura. Es importante encontrar en cada caso el voltaje estable mínimo, por eso, aumenta el voltaje poco a poco, del orden de +0,05 V cada vez. Luego, aplica los ajustes y prueba hasta encontrar una combinación de ajustes que funcione.

Desde la BIOS también puedes modificar salvaguardias integradas. Mientras que el ajustar estas características puede ser beneficioso al intentar hacer overclocking, haz cambios solo si confías en lo que haces. Las salvaguardias están ahí por alguna razón, y alterarlas de forma inconveniente podría dañar tu hardware.

Si ves que tu sistema es inestable, lo que significa que no vuelve a encenderse o que se bloquea, comprueba esta sección sobre cómo mantener la estabilidad para los pasos siguientes.

Después de las pruebas, cuando hayas conseguido los resultados que buscabas en tu análisis de rendimiento y hayas comprobado que tu sistema se reinicia sin problemas, continúa con el paso siguiente.

Paso tres: medir la ganancia de rendimiento

Para confirmar la ganancia de rendimiento de tu overclock, ejecuta el mismo análisis de rendimiento hecho anteriormente para medir la puntuación de referencia de tu sistema. Luego, compara los resultados. Si el número ha mejorado, has aumentado con éxito el rendimiento de tu CPU. A partir de aquí tienes dos opciones.

  • Si estás satisfecho con la ganancia de rendimiento, puedes pasar a asegurar la estabilidad del sistema.
  • Si tus cambios no se traducen en ganancias de rendimiento positivas, vuelve a la BIOS y sigue ajustando las configuraciones hasta que obtengas los resultados que buscas.

Paso cuatro: prueba de estrés

Una puntuación de rendimiento refleja el rendimiento de un sistema medido durante un breve período de tiempo. Para asegurar la estabilidad del sistema durante períodos más largos, o para cargas de trabajo más intensivas, es importante someter a una prueba de estrés a tu CPU funcionando a su frecuencia más alta.

Hay diversas opciones disponibles de software de pruebas de estabilidad. Querrá elegir el que refleje de forma más aproximada el modo en que piensas usar tu sistema.

Después de hacer overclocking

Si has seguido las instrucciones anteriores al hacer overclocking desde la BIOS, los resultados deben mostrar un sistema estable con una CPU que funciona más rápido que antes. Si has realizado la prueba de estrés, y el sistema es estable, has terminado. ¡Enhorabuena!

Aún así, es conveniente monitorizar los ajustes de vez en cuando para comprobar que tu CPU funciona a la temperatura adecuada, especialmente si modificas o sustituyes cualquier otra parte de tu hardware. Pero, lo más importante, tómate tiempo para disfrutar de tu nuevo overclock y de todas las ventajas que puede ofrecer una CPU más rápida.

Si estás listo para aprovechar al máximo otro componente, consulta nuestra guía para hacer overclocking a la RAM.