Todo el tiempo extra que hace falta para que un ordenador antiguo (uno de más de cinco años) arranque, cargue páginas web y ejecute programas tendrá un impacto en su resultado final. Un estudio encargado por Intel demostró que los ordenadores antiguos y lentos hacían que los empleados produjeran hasta un 29 %2, lo que suponía que un empleado podría costar hasta 17 000 dólares en productividad perdida por cada ordenador antiguo en el lugar de trabajo3. El mismo estudio también calculó que esperar a que un ordenador antiguo arrancara cada mañana, suponía hasta 11 horas de productividad perdida al año4.
Y no solo eso, sino que los ordenadores antiguos frustran a los empleados, lo que supone que su inversión en hardware sea más un problema para retener a los empleados que un problema tecnológico. Por estos motivos, suele ser una inversión inteligente gastar un poco de dinero extra en componentes más potentes para que sus ordenadores puedan procesar más datos, ejecutar más programas exigentes en datos y mantener más pestañas de navegador abiertas.
Décadas de compras informáticas han llevado a muchas personas a creer que más RAM es la solución definitiva para mejorar el rendimiento del ordenador. Aunque no cabe duda de que la RAM es importante, no es la única solución para obtener un mejor rendimiento, o ni siquiera el adecuado, dependiendo de sus necesidades.
Qué hace la RAM… y qué no
RAM significa memoria de acceso aleatorio y se utiliza como espacio de almacenamiento de memoria a corto plazo para que el ordenador sitúe ahí los datos con los que está trabajando en el momento, de modo que sea más fácil acceder a ellos. Mientras más RAM tenga un ordenador, más datos podrá gestionar en un momento determinado. Pensemos en la RAM como en un espacio de trabajo: es más fácil trabajar en un banco de trabajo gigante que en una mesita de té.
Aunque contar con más RAM es bueno, hay límites para beneficiarse de añadir más RAM. Una restricción es física, su placa base solo puede albergar una determinada cantidad de RAM, por lo que si está actualizando un ordenador antiguo que está acercándose a su capacidad máxima de RAM, puede que ya no le quede demasiado espacio para ampliar. Otra restricción critica es la capacidad de proceso. Toda la memoria a corto plazo del mundo no hará más fáciles las vidas de sus empleados si no cuenta con la capacidad de proceso necesaria para beneficiarse de ella.
El poder del procesador
El procesador, también conocido como CPU, proporciona las instrucciones y la capacidad de proceso que el ordenador necesita para hacer su trabajo. Mientras más potente y moderno sea su procesador, más rápidamente podrá completar el ordenador sus tareas.
Al disponer de un procesador más potente, usted puede ayudar a que su ordenador piense y trabaje más rápido. Puede que eso sea suficiente para optimizar la potencia de la RAM que ya tiene y le ayude a maximizar su inversión en cualquier nueva RAM que añada. Si contar con más RAM es como tener un banco de trabajo más grande, un procesador más rápido será como si un amigo le ayuda a hacer su trabajo.
Equilibrio en todo
Pero no es una cuestión de tener que elegir entre tener más RAM o una CPU más rápida, ya que una es tan importante como la otra y, además, son dependientes y complementarias entre sí, así como con las prestaciones de rendimiento de su placa base, disco duro y otros componentes del ordenador.
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Un modo de obtener lo mejor de los dos mundos es unir los nuevos procesadores Intel® Core™ de 8ª generación con la memoria Intel® Optane™. Esta tecnología de memoria inteligente complementa a la RAM estándar a la vez que ayuda a mejorar la memoria del disco duro a largo plazo para obtener una capacidad de respuesta del sistema asombrosa si se compara con tan solo añadir RAM adicional. Sus empleados podrán hacer muchas de sus tareas informáticas más rápida y eficientemente.
Según las pruebas de los análisis de rendimiento5, los ordenadores equipados con la memoria Optane proporcionan más productividad de oficina en comparación con ordenadores de hace cinco años, incluyendo:
- Hasta 2,5 veces más rapidez en gestión de tareas cotidianas6
- Hasta un 66% más rapidez en rendimiento web7
- Hasta 3,8 veces más rapidez en carga de archivos multimedia8
Si necesita mejorar el modo en el que trabajan sus empleados, un ordenador equipado con la 8ª generación de procesadores Intel® Core™ con la memoria Intel® Optane™ es la respuesta que ha estado buscando al viejo debate “RAM o procesador”.