¿En qué consiste la virtualización?
La virtualización parte de un único ordenador o servidor físico y lo divide en varias máquinas virtuales, separando los entornos informáticos de la infraestructura física. En el hardware virtualizado compartido pueden ejecutarse, de forma eficiente, múltiples cargas de trabajo totalmente aisladas las unas de las otras.
Son muchas las empresas que hoy en día hacen uso de la virtualización de clientes para sacar provecho de estas y otras muchas ventajas:
- La posibilidad de ejecutar diferentes sistemas operativos o versiones modificadas del mismo sistema operativo. Esto permite, por ejemplo, que un programador pueda escribir código tanto en Linux como en Windows 10, desde un mismo equipo.
- Aislar las cargas de trabajo en un mismo ordenador para aumentar la seguridad, la resiliencia y el tiempo de actividad de los sistemas.
La virtualización permite que puedan lanzarse espacios de trabajo aislados en cualquier ordenador compatible. Dado que los espacios de trabajo están aislados, cualquier espacio de trabajo tendrá un mejor impacto sobre el resto. Esto también hace posible que las empresas ofrezcan un servicio resiliente tanto a sus empleados como a sus socios empresariales.
En definitiva, la virtualización ayuda a proteger los recursos digitales, promueve el tiempo de los sistemas y promueve la continuidad empresarial.
Tendencias al servicio de la virtualización
Una de las principales tendencias responsables del incremento de la virtualización es el creciente número de empleados que trabajan de forma remota. Los ordenadores empresariales se despliegan ahora de forma rutinaria en los hogares y, en consecuencia, los equipos de seguridad de TI han observado que muchas actividades personales se realizan ahora en ordenadores de empresa. A medida que los empleados visitan sitios web, compran en línea e interactúan en redes sociales, muchos pueden llegar a exponer a la red de la empresa a códigos maliciosos de forma inadvertida. Este paradigma también pone en riesgo los sistemas internos de la empresa, ya que las redes domésticas pueden carecer de las adecuadas protecciones de seguridad.
Además, habría que tener también en cuenta la creciente economía colaborativa y que los trabajadores por contrato a menudo también trabajan para otras empresas desde el mismo ordenador. Solo con que uno de los clientes de un contratista haya sufrido una brecha de seguridad, todos los entornos de cliente conectados al equipo compartido podrían quedar inmediatamente en riesgo.
Al separar los distintos espacios de trabajo de los usuarios, como el de los empleados remotos o los contratistas, la virtualización de ordenadores empresariales proporciona tanto la seguridad de los datos como las protecciones de privacidad que las organizaciones necesitan. La telemetría por hardware y la certificación de la plataforma permiten que el personal de TI y las soluciones antivirus puedan identificar y abordar rápidamente los cuellos de botella en el rendimiento y los fallos de seguridad sin que estos afecten al rendimiento informático o la continuidad del negocio de forma significativa.
A qué se debe el aumento de los ciberataques
Las pequeñas y medianas empresas son cada vez con más frecuencia el objetivo de las bandas de ransomware. Los atacantes ahora utilizan malware de criptominado malicioso con alarmante frecuencia, una tendencia que no parece que vaya a remitir. A día de hoy, los atacantes también aprovechan la inteligencia artificial para evolucionar sus métodos y a menudo son capaces de evadir las defensas anti malware camuflados en el interior de las máquinas virtuales o mediante ofuscación binaria.
Los terminales informáticos utilizados por el personal remoto ofrecen una vía fácil para que el malware pueda sustraer secretos corporativos de estos ordenadores, conectados a las menos seguras redes públicas y domésticas. Además, este tipo de terminal informático ofrece una ruta directa para que malware infecte los sistemas de nube. Una vez que la nube de un proveedor de MSP o SaaS ha sido vulnerada, el ransomware suele moverse de forma lateral para comprometer otras máquinas conectadas.
Aunque hoy en día las empresas suelen confiar en sistemas de seguridad basados en software para proteger sus recursos digitales, el software de seguridad puede ser burlado por un atacante que haya conseguido obtener privilegios de acceso gracias a una vulnerabilidad del software o del hardware.
Para hacer frente a las amenazas de seguridad en todos los frentes, las empresas deben adoptar un modelo de seguridad de defensa en profundidad basado en capacidades de seguridad avanzadas mediante la virtualización del hardware.
Proteger las virtualizaciones con la seguridad basada en hardware de Intel®
Las capacidades de seguridad basadas en hardware aportan capas de protección extremadamente necesarias para las cargas de trabajo virtualizadas. Por su diseño, la tecnología de seguridad por hardware dispone de una mejor visión del entorno informático que las soluciones de seguridad basadas en software, ya que está integrada dentro del propio sistema. Las capacidades de seguridad basadas en hardware complementan a las herramientas tradicionales basadas en software con un enfoque multidimensional que incluye funciones de seguridad subyacentes al propio sistema operativo.
Para proporcionar una seguridad mediante virtualización de defensa en profundidad, Intel ofrece una cartera completa de tecnologías de seguridad basadas en hardware:
Seguridad con Intel vPro® e Intel® Hardware Shield
Intel vPro Enterprise para SO Windows, una plataforma integrada que ofrece la tecnología informática más reciente como parte de una solución validada, dispone de características integradas diseñadas para permitir la virtualización de clientes de confianza mediante la ejecución segura de cargas de trabajo virtualizadas que contribuyan a proteger los recursos en la memoria.
Las funciones de seguridad basadas en hardware de Intel vPro® ayudan a perfilar y detectar el ransomware y otras amenazas que pueden poner en peligro los datos y degradar el rendimiento de la CPU.
Intel vPro® ayuda a proteger toda la flota de dispositivos de una organización, con un enfoque multinivel que incluye la protección contra ataques a nivel de firmware en la BIOS y el soporte de gestión de puntos finales para que el personal de TI pueda supervisar, restaurar y aplicar parches a los dispositivos de forma remota. La gestión de terminales, por ejemplo, ayuda a proteger la flota y alcanza incluso a los dispositivos que no son físicamente accesibles.
Intel® Hardware Shield, integrado en todos los PC Windows construidos con Intel vPro®, permite el aislamiento de la carga de trabajo para ayudar a reducir la superficie de ataque de los entornos informáticos y evitar que el malware persista y se propague por los recursos.
Las características de seguridad de Intel® Hardware Shield permiten que las empresas puedan aprovecharse de beneficios como una profunda visibilidad de la plataforma, aislamiento basado en hardware para proteger las credenciales, aislamiento de los navegadores y la protección del hipervisor contra la ejecución de código malicioso.
Tecnología Intel® Threat Detection
Intel® Threat Detection Technology (Intel® TDT) aplica el aprendizaje automático a la telemetría de la CPU para ayudar a detectar las huellas de ejecución del código del malware, independientemente de las técnicas de ofuscación.
Cuando funciona en máquinas virtualizadas de Windows, Intel® TDT filtra primero los falsos positivos y luego informa del ataque a Microsoft Defender para punto de conexión, pues este puede aplicar numerosas medidas de remediación, incluyendo la eliminación del proceso de malware. El ciclo completo tiene lugar en cuestión de segundos, lo que evita impactos sobre el equipo del usuario y protege su experiencia informática.
Dado que Intel® TDT es un modelo establecido que se actualiza continuamente, funciona con las generaciones previas de CPU de los procesadores Intel® Core™, y seguirá funcionando en ordenadores con tecnología Intel durante muchos años.
El compromiso de Intel con la garantía de los productos
Intel mantiene un fuerte compromiso con la garantía de la seguridad y los productos. Como parte de dicho compromiso, Intel lanza periódicamente actualizaciones funcionales y de seguridad para los productos y servicios compatibles a través de su programa Actualización de la plataforma Intel® (Intel® IPU).
Mediante el programa IPU, el ecosistema de socios de Intel trabaja para validar e integrar las actualizaciones de productos Intel® en sus propias soluciones, para después lanzar las actualizaciones a través de sus canales directos. En definitiva, el proceso IPU facilita la coordinación y la gestión de vulnerabilidades en todo el ecosistema, manteniendo protegidos a los usuarios de la plataforma Intel® de los avances en código malicioso.
Proteger la virtualización con Intel
Aunque los departamentos de TI lleven décadas luchando por conseguir gestionar un panorama de amenazas en constante cambio, la implementación de virtualizaciones de cliente puede resultar de ayuda al aislar las cargas de trabajo y reducir la superficie de ataque.
La seguridad habilitada por hardware de Intel® proporciona una defensa en profundidad al permitir la visibilidad expandida de la plataforma y la detección de amenazas avanzada necesaria para proteger al personal de trabajo remoto actual en los puntos de conexión vulnerables. En última instancia, Intel vPro® Enterprise para SO Windows permite que los entornos virtualizados cumplan con su cometido, permitiendo la velocidad, el rendimiento y la agilidad que los usuarios esperan, al tiempo que proporciona la seguridad de virtualización esencial necesaria para frustrar los cada vez más sofisticados ataques de hoy en día.